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lunes, 24 de septiembre de 2007

[Noticias Daniela] Lautoka Fiji






Lunes 24 de septiembre del 2007 / 10:50 / Lautoka, Vuda Marina, Fiji /Posición 17°41´S, 177°23´E /Viento 0 kts /presión barométrica 1011.7 mb / Temperatura ambiente 28°C/ cielo nublado y lluvioso / amarrados al muelle

Fiji, archipiélago de mas de 300 islas, lugar de culturas mezcladas y grandes desarrollos turísticos ha sido nuestro hogar por las últimas tres semanas, desembarcamos en Lautoka la segunda ciudad más grande de Fiji, también conocida como la ciudad del azúcar, por la enorme producción de esta en sus alrededores.
Gran parte de la población de este país es provenirte de la India, esto le de una atmósfera diferente a el resto del pacifico sur, con sus increíbles templos llenos de colores, sus mujeres ataviadas con las mas hermosas ropas y túnicas de colores alegres, de olores a especies y curis picantes, que se dejan mezclar con la cultura melanesia de los fijianos autóctonos. La ciudad esta llena de coches, trenes que transportan la caña de azúcar de un lugar a otro, de gente gritando, vendiendo, regateando
hasta negociar los precios justos en los establecimientos donde se vende de todo, sus mercados olorosos a curi, comino y menta así como la distinta fisonomía de la gente local brinda a Fiji el aspecto de un lugar cosmopolita.
Después de quedarnos maravillados por esta ciudad ruidosa recorrimos algunas de las islas del grupo de las mamanucas, conjunto de islas más cercanas a la isla de Vitilevu.
Rodeadas de increíbles playas de arena blanca las montañas áridas de las islas forman parte de un increíble paisaje de colores amarillos, sus habitantes tan buenos anfitriones como lo son todos los isleños del pacifico te dan la bienvenida tras una serie de formalismos requeridos para ingresar a su tierra, en primera instancia uno debe de aproximarse con el jefe de la comunidad y regalarle un kilo de kava (raíz con la que se prepara una bebida con sabor a tierra que se toma en silencio en las ceremonias
del lugar) para después muy cortes mente solicitar permiso para desembarcar en su tierra, acto seguido de una ceremonia de bienvenida. Yanuia fue para nosotros el mayor acercamiento a la cultura local, su jefe nos invito a conocer la isla nos paseo atendiéndonos como los mejores anfitriones, nos mostraron la artesanía producida por las mujeres de la comunidad y nos invito a cenar en familia rodeados de niños felices que sonreían contándonos cuentos y hacendosos reír, la televisión no existe,
la imaginación de los niños se ve en sus ojos amables, no existe la maldad en esta gente que con los brazos abiertos te abran las pertas de su casa para compartir un poco de su sabiduría.
Es increíble, es otro mundo, de culturas fuertes y muy arraigadas de orgullo hacia si mismos de amor hacia la tierra y la naturaleza que se contagia dejando en nosotros grabado el amarillo y sonriente paisaje de Fiji.
Pues si, después de tres semanas es momento de partir y continuar a nuestro penúltimo destino, Nueva Caledonia, esperando bueno vientos zarpamos mañana para navegar aproximadamente 600 millas náuticas.
Un gran beso, hasta pronto
daniela

miércoles, 12 de septiembre de 2007

[Noticias Daniela] Lautoka, Fiji, Arrecife




Miércoles 12 de septiembre del 2007 / 11:30 / Lautoka, Vuda Marina, Fiji /Posición 17°41´S, 177°23´E /Viento 5 kts del SE/presión barométrica 1011.7 mb / Temperatura ambiente 26.9°C/ cielo nublado / amarrados al muelle

Atorados en un Arrecife,

Marc:

Nos atoramos en un arrecife... son solo rayones en la quilla y el timón.

Salimos a dar la vuelta a la isla y fondeamos en una bahía del lado sur oeste de Malolo Island del grupo de las Mamanuca, el viento estaba del NW, cenamos rico y después de un par de horas de lluvia el viento rolo al SE, 15 - 18 nudos. Al rolar el viento nuestro fondo debajo del Iataia era de 9 metros y cuando fondeamos era de 19 m, con fondo de arena y lodo, muy bueno. Lo que me preocupaba era este escalón de 10 m y además el cabo del ancla estaba tenso, como si estuviera enganchado en un coral... habíamos soltado 20m de cabo.

¿Cuanto iba a subir el viento? no lo sé,

¿Era solo el torito? no lo sé, de esto no venia nada en la meteo.

Así que la decisión fue de sacar el ancla y regresar a la Boya de Mosket Coove, a 2.5 millas de allí siguiendo nuestro track ya que era de noche, las 19:30. Cuando llegamos a Mosket Coove, había 40 veleros, fondeados y amarrados a boyas, Daniela y Aline en proa avisándome de veleros y así empezamos a pasar entre ellos y con mucho cuidado y a baja velocidad. De repente veo el profundimetro decir, 6 m, luego 5.5 m así que pongo reversa a toda, luego marco 5, 4, 3 y a 2.5, pegamos con un coral, no logramos esquivarlo, ni frenar. La marea estaba alta y bajando rápidamente, con reversa no salimos, así que con avante logre girar el barco 180 grados para salir por donde entramos. Con avante tampoco salíamos. Subimos velas, genovesa, el barco se escoro, pero siguió sin ser suficiente, y la marea bajaba, subimos mayor, creo que nunca había suido tan rápido!! La casamos toda y nos escoramos aun mas, motor a toda en avante pero todavía no era suficiente... A pedir ayuda! en el VHF 16 solicitamos ayuda a todos los veleros que estaban fondeados, uno contesto y nos dijo que en 10 min. llegaba... así que a seguir luchando para salir, que la marea estaba bajando a gran velocidad, el barco estaba escorado con agua hasta los candeleros. un par de cosas volaron abajo, nada grave, mis papas abajo nerviosos o tranquilos, no lo se, pero no decían nada. Nosotros corriendo por todas la cubierta... Llego la panga, le pasamos la driza de spy y nos escoro aun mas... pero no salíamos, y la propela ya cavitaba así que no ayudaba mucho. Solicitamos en la radio mas ayuda a todos los que tuvieran pangas, en un par de minutos llegaron 8 pangas... tres en popa empujándonos, dos en proa guiándonos hacia la salida, dos con drizas escorándonos aun mas... se sintió que empezamos a avanzar.... y después de unos minutos salimos, llevábamos 40 minutos de preocupación y tensión, salimos como tapón de corcho, todas las velas afuera, bajamos velas y nos guiaron a un lugar de fondeo.

Nadé a ver los daños, y solo fue cosmético, solo encontré rayones en la quilla, nada de fisuras entre la base de la quilla y el casco y en el timón también hay rayones y un pedacito de fibra que se cayó. El casco nunca toco el arrecife.

Todos, bien, adrenalina a todo... tequila para aflojar el cuerpo y respirar, que hacia 40 minutos que no lo hacíamos...

Lo más impresionante fue como reaccionamos todos, el buen equipo que hicimos para salir adelante... Todos en el mismo canal para salir del problema.

Que feo se siente el Iataia sobre una piedra!!! Se te cae el mundo!!!

Por lo que vi, no es necesario hacer reparaciones aquí, todo puede esperar hasta Australia.

marc.

P.d. Una panga nos dijo que hay tres clases de velerista,

1. Los ya que pegaron en un arrecife,

2. los que van a pegar en un arrecife,

3. Y los mentirosos...

Aline:

Miércoles 12 de septiembre

Decide el capitán regresar a musquet cove, para fondear en lugar seguro. Ya es de noche. Regresamos usando el recorrido de ida que guardaron los instrumentos de navegacion. Solo son 2 millas. Llegando el capitán da la orden de ir a proa, buscar boyas de arrecife y gritarlas. Vamos al frente, yo tomo el bichero para enganchar la boya y anclar. El capitán le pide a daniela de tomar la linterna y decirle donde hay roca. Tomamos la linterna y hay roca a estribor y a babor de la proa. Nos montamos sobre un arrecife, damos reversa, el barco se voltea 180 grados y topa el timón en la roca. Guardo el bichero, no será muy pronto cuando estemos anclados. Oigo el capitán decir groserías. Creo que es una situaron grave. Daniela propone subir velas escorar el barco. Se sube a toda velocidad la genovesa, se desamarra la hamaca. El barco se escora y no es suficiente. Seguimos montados en la roca, el timón y la quilla golpean. Baja el capitán a pedir ayuda a la marina por radio. Arriba nos sentimos perdidos, la marea sigue bajando en cuestión de minutos. Cada vez hay menos agua entre la panza del barco y la roca. Sube el capitán a cubierta da la orden de izar la mayor. Quita toldo a toda velocidad, rompiendo las cuerdas de amarre con el guardamancebo. Se quita la funda, pesada, la cual no solo tienen botones, si no también cierres, y al final los cinturones. Le ponemos la driza para izar y mientras baja Daniela guardar todo lo que se pueda volar y decirles a mis papas que toda va estar bien. Marc y yo subimos en cuestión de segundos la mayor. Con las dos velas izadas el barco se escora y aun no salimos estamos sobre la roca y el agua se retira cada vez mas. Empezamos a pedir ayuda al cielo, ya no sabemos que mas hacer para salir de la roca. Daniela propone salir en dingui y empujar el barco. Llega el primer dingui del barco COCONUT, le damos una driza para que jale el barco. La propela esta afuera del agua no tenemos manera de salir. Se acerca el dingui del coconut y le pregunta al capitán de que lado esta la salida del arrecife para saber por donde jalar el IATAIA es el buen camino. El capitán tiene clarísimo por donde es la salida del arrecife. Llegan más diguis al rescate. Otro toma una driza para ayudar a escorar más el barco con el dingui del coconut y otros mas se ponen en popa haciendo tracción sobre el IATAIA. El capitán me pide tomar el timón tiene que ver algo en la proa. Mientras mantengo firme el timón sale el barco del arrecife, y con las velas izadas sale a toda velocidad como corcho de champaña. Le grito que regrese inmediatamente a tomar el control del IATAIA. Mientras que toma el timón da la orden de bajar a toda velocidad ambas velas. Daniela y yo bajamos la genovesa y la mayor en menos de 1 minuto. Se estabiliza el barco. Ya no estamos escorados tampoco estamos sobre la roca. Se oye el aplauso general de los 10 dinguis rescatistas que llegaron a ayudar.

Aun temblando, sentimos el alivio. Un dingui le propone al capitán de llevar el barco a lugar seguro para anclar. Ya anclado el capitán baja a revisar los daños. No hay fisuras, no hay nada averiado. Solo rayones sobre el timón y la quilla.

Daniela:

Estoy tratando de pensar en una situaron en donde haya pasado mas miedo que en estos cuarenta minutos de mi vida, el miedo, el pavor que se mete hasta los huesos y que solo por el shot de adrenalina te deja seguir funcionando. Es increíble, la sobre vivencia llega, te agarra, no te suelta, no te da ni un solo respiro hasta que estas fuera del peligro, no es que nuestra vida estuviera en riesgo pero si el barco, hoy día, nuestra casa, nuestro techo y nuestro sustento.

Fondeamos en un lugar maravilloso, una bahía virgen de paisaje árido, calor estremecedor, a nuestro alrededor el agua transparente dejaba ver los arrecifes que rodeaban el barco, planeamos una gran excursión a esnorquelar en la mañana y preparamos el barco para pasar una noche de ensueño en este magnifico lugar, pues bueno todo suena como un paraíso, si, lo fue, pero después el viento subió provocando que el ancla garreara, sabiendo todos los arrecifes que circundaban el barco decidimos seguir la ruta marcada en nuestro GPS, con la cual habíamos navegado esa mañana y así, regresar a un fondeadero seguro, velamos de noche con la bóveda celeste mostrándonos su mejor cara y con toda tranquilidad llegamos al lugar donde habíamos ya pasado cuatro noches fondeados.

La marina de Musket Cove, probé a los barcos con bollas para fondear en un lugar pequeño, repleto de barcos y rodeado por arrecifes, con la garantía de que al estar amarrado a un muerto el ancla no se garrea, dando la oportunidad de una noche tranquila.

En este laberinto de bollas, barcos, arrecifes iluminados solo por las estrellas en el cielo negro de la noche, estábamos buscando un lugar donde también nosotros pudiéramos pasar una noche sin percances, pero no, los percances nos dieron alcance y nos pusieron un arrecife bajo la quilla, el barco se quedo atorado, no había para donde, la luz de la linterna solo dejaba ver un pequeño haz luz iluminando rocas, piedras, arrecifes, mas rocas, la marea comenzó a bajar a una velocidad espeluznante, como si le tomaran el tiempo y fuera necesario batir el record, el barco continúa atorado, ahora no solo la quilla sino también el timón, crujiendo haciendo ruidos que semejaban gritos, se nos ocurrió subir las velas para escorar el barco y ayudare al motor que no tenia la suficiente fuerza para sacarnos de las rocas, nada, no pasaba nada, el agua al borde del barco seguía subiendo, las cosas volando adentro, había que cerrar escotillas, amarrar las gavetas, pensar, hacer, reaccionar, no gritar, negociar con nuestro inconciente, poner una barrera para que le pánico no se adueñara de nosotros, subiendo drizas, izando las velas no sin antes quitar la funda de la mayor y la hamaca que aun colgaba de la genovesa.

El canal 16, emergencia, la radio, AYUDA…. Todas la pangas con motor…por favor ayuda, no lo estamos logrando, el barco se va ha quedar montado sobre el arrecife a pasar la noche si o nos damos prisa, por favor ayuda….

El mar se lleno de pequeñas luces, caras conocidas y desconocidas que le daban mando a pequeñas embarcaciones para jalarnos, empujarnos, escorando el barco con las drizas, no se cuanto tiempo paso, pedimos al cielo a dios y a las estrellas, hicimos nuestro máximo esfuerzo y luchamos contra las fuerzas de la naturaleza, en el barco no hubo un solo grito, aunque todos lo tuviéramos atorado dentro de nosotros, el grito no salio, tampoco las lagrimas, ni el susto, siguieron empujando, con el barco escorado al máximo y las vela portando de pronto salimos como un tapón de corcho, aplausos, victorias, alegría llanto y todo el miedo atorado salieron desde muy dentro, ahora a bajar velas a toda velocidad para no chocar con los barcos vecinos, esto nos tomo menos tiempo que un abrir y cerrar de ojos, nuestros rescatistas nos guiaron a un lugar seguro, por fortuna el barco no sufrió daños graves, afortunadamente solo daños cosméticos, mientras nosotros perdimos años de vida, creo que hasta canas nos salieron.

Ya a salvo el barco, reflexionamos, lloramos, reímos, también reaprendimos que la hermandad en el mar existe, tal vez también en la tierra, la ayuda prevalece, se brinda y se recibe.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

[Noticias Daniela] Vavau, Tonga

Miércoles 5 de septiembre del 2007 / 11:30 / Lautoka, Vuda Marina, Fiji /Posición 17°41´S, 177°23´E /Viento 5 kts del SE/presión barométrica 1011.7 mb / Temperatura ambiente 26.9°C/ cielo nublado / amarrados al muelle.

Hemos pasado más tiempo en el mar que en tierra, últimamente las olas, el viento y la lluvia han sido nuestros más grandes acompañantes. Cuando comenzamos el viaje y la gente preguntaba ¿a donde van? Había una lista interminable de lugares por descubrir, hoy solo faltan dos antes de llegar a nuestro destino, Australia. Esto da emoción y tristeza, se ha ido demasiado rápido, habría que tomarse mas tiempo la próxima vez, siempre, esperando que haya una próxima vez, una segunda aventura por el Pacifico
Sur.
Recorrimos mares duros y con mucho viento de Palmerston, la isla de la familia Marsters al Reinado de Tonga, cruzando la línea del tiempo, en la que sin mas ni menos nos quitaron un día entero de nuestras vidas, viajamos al futuro adelantando nuestro reloj no sólo una hora sino toda una jornada y convirtiéndonos en un segundo veinticuatro horas mas viejos, aparte de esto, ¨ El viaje no tuvo historia, es lo que siempre dicen los narradores apresurados cuando creen poder convencernos de que los diez
minutos o diez horas que van a pasar nada sucedió merecedor de señalada mención. Deontológicamente seria mucho mas correcto y mas leal decir así, Como en todos los viajes, sean cuales sean su duración y trayecto, acontecieron mil episodios, mil palabras, mil pensamientos, y quien dice mil diria diez mil, pero el relato ya va arrastrado y por eso me tomo la licencia de abreviar, usando tres líneas para recorrer doscientos kilómetros, como si cuatro personas en el interior de un automóvil fueran calladas,
sin pensamiento ni movimiento, fingiendo en fin, que del viaje hecho no hicieron historia…¨ Saramago, Jose. La Balsa de Piedra. España: Editorial Caminho - Punto de lectura - 1986 (Segunda edición 2001). p.p. 202, 203.
Y bueno con las debidas palabras pronunciadas y pensamientos habidos, sin estar precisamente en un automóvil cruzando doscientos kilómetros, sino en un velero de 40 pies (12 m) recorriendo alrededor de 400 millas náuticas (720 km) y siendo solamente tres a bordo de este navío, llegamos al Reinado de Tonga, lugar de gente grande, en tamaño, no en edad, siempre vestida de negro y con un petate amarrado a la cintura a forma de pareo, creo, aunque es un poco atrevido mi creer, es por el calor que esto
les ocasiona que les es tan difícil soltar una sonrisa, así que sin mucha amabilidad y pocas caras alegres pasamos pocos días en el reino, debo aclarar que no se debió a la falta de sonrisas sino de tiempo, el que fueran solo cuatro días de acercamiento a esta cultura, y que, aunque escasa, la experiencia vivida valió la pena, descubrimos una topografía nunca antes vista en el Pacifico Sur.
El archipiélago del grupo de Vavau, esta rodeado de arrecife, dentro, las pequeñas islas rocosas que parecen pecas salteadas dentro de un reducido espacio de mar, crean un lugar sorprendente, las rocas obscuras se levantan sobre el mar a gran altura y solo en lo alto hay vegetación. Las islas han dejando que el mar acaricie su costa de acantilados, formando con la erosión natural, de las olas, el agua y el viento, cuevas, recovecos en donde se filtra la luz y se deja ver el agua de distintos colores
o mas bien en distintos tonos de azul.
Sin mas, regresamos al mar rumbo al archipiélago de Fiji, cruzando del hemisferio Oeste al hemisferio Este, atravesando el meridiano 180°, para llegar a un lugar de historias, culturas mezcladas y mas de 300 islas, otra vez el mar nos trato un poco mal y atravesando un pequeño frente frío, que no es de lo mas grato, navegamos cuatro días para llegar, ayer por la mañana a Lautoka Fiji.
Felices de estar en tierra les mandamos un gran beso
Daniela