presión barométrica 1012 mb / cielo despejado/ rumbo 30° M/ velocidad 0 Kts / fondeados ancla proa
Zarpamos de Ua Pou dejando atrás su maravillosa estenografía, para navegar durante 5 horas y llegar a la isla de Nuku Hiva, capital de las marquesas, casa de enormes montañas y cascadas.
Anclamos en la bahía de Taiohae, después de atravesar la puerta ficticia que marcan los dos grande
Durante estos 6 días que llevamos anclados en Taiohae, nos hemos dejado encantar por los paisajes, pero también por la civilización y las facilidades que proporciona el estar en una ciudad, por mas pequeña que esta sea.
Nos hemos puesto la tarea de realizar varios proyectos que teníamos pendientes, desde darle una buena lavada al barco, maderas, metales, velas, cubierta,
Uno de los paseos mas espectaculares fue a la cascada de Vaipo que tiene 400 metros de caída, el recorrido duro 5 horas, comenzamos desde la playa,
Poco a poco la aldea se fue quedando atrás y continuamos por un camino de piedra, ruinas de una antigua calzada, hacia una vieja ciudad ceremonial polinesia, rodeados de riscos gigantescos de piedra volcánica y mucho verde se ven los antiguos
cascada.
Después de una larga y cansada caminata llegamos al lugar mas mágico que en mi vida había visto, un pequeño valle, con una alberca natural y rodeado por riscos gigantescos, de pronto parecía como si hubiésemos entrado a otra dimensión en donde lo único que se dejaba ver del cielo esta a miles de kilómetros de distancia arriba de nuestras cabezas y nuestro mundo se encerrara en este reducido espacio cilíndrico lleno de pájaros cantando y el ruido del agua. La cascada, que baja desde lo mas alto de
estos grandes acantilados cae por detrás de unas piedras y ya casi cuando esta por llegar al nivel de tierra las piedras se abren y nos dejan ver el chorro de agua, que cae dentro de la alberca natural, pareciera como si fuese una puerta a otro mundo, si atravesáramos la cascada y brincáramos por detrás de ella, a lo mejor llegaríamos al centro de la tierra.
Seguimos en Taiohae, estamos listos para zarpar mañana o pasado mañana hacia el archipiélago de Tuamoutu, por lo que dicen un paraíso muy distinto a todo en este mundo.
Con muchísimo cariño. Compartiendo un sueño, la tripulación del iataia.
Besos, Daniela.